DESCARGAR ARCHIVO
Resumen realizado por Laura Martinez Didolich
El artículo menciona la alta frecuencia de consultas a los profesionales de Salud Mental por agresión y violencia.
La agresión puede ser clasificada desde distintos puntos, como por ejemplo: auto-heteroagresión, física, verbal, directa, indirecta, o debido a su causa (médica, tóxica,etc.)
En la práctica se puede clasificar en violencia premeditada y agresión impulsiva. La primera se relaciona con una conducta premeditada que no suele asociarse a frustración o reactividad ante determinada situación y tampoco suele acompañarse de una respuesta autonómica. Por otro lado, la agresión impulsiva sí suele acompañarse por una respuesta autonómica y puede desencadenarse ante emociones negativas como miedo o ira. Se torna patológica cuando la respuesta es excesiva en relación a la emoción que la motiva.
En estudios genéticos se ha encontrado que la irritabilidad y la agresión impulsiva presenta un patrón del 44 al 72% de heredabilidad. También puede asociarse a trastornos de la personalidad de tipo límite y antisocial.
La susceptibilidad a la agresión depende de varios factores que determinarán su manifestación. Así, por ejemplo, pacientes con trastorno antisocial de la personalidad, trastorno por estrés post traumático, otros trastornos de ansiedad y trastornos del estado del ánimo.
En relación a la neurobiología, la corteza prefrontal cumple un rol central y esto se ha descubierto en el contexto de lesiones en esta área (el caso más conocido es el de Phineas Gage). También se ha encontrado conducta agresiva en pacientes con tumores en el lóbulo temporal o con epilepsia del lóbulo temporal. Por otro lado, en pacientes con trastorno de la personalidad antisocial se ha encontrado en estudios por imágenes una reducción de la sustancia gris a nivel prefrontal, como así también asimetrías entre las cortezas temporales mediales. Pacientes con trastorno límite de la personalidad se ha observado reducción de la corteza órbito frontal izquierda y la corteza cingulada anterior derecha. La hiper activación del sistema límbico también se halla implicada en la conducta violenta y la agresión impulsiva. El fenómeno de ¨kindling¨ se presenta en circuitos en amígdala y corteza entorrinal estimulados de manera repetitiva que se sensibilizan ante futuros estímulos.
En cuanto a los neuromoduladores, alteraciones en la serotonina, las catecolaminas, la acetilcolina, el sistema glutamatérgico/gabaérgico, como así también otros péptidos como la vasopresina, la oxitocina, los opiáceos, neuroesteroides y alteraciones en el eje hipotálamo hipófiso adrenal estarían implicados.
En el área neurocognitiva, los sujetos con conducta agresiva presentan alteraciones en las funciones ejecutivas y en el procesamiento verbal.
Genes relacionados a los neuromoduladores también han sido estudiados como factores de vulnerabilidad a la conducta agresiva.
Para terminar y a modo de resumen, la hiperactividad de la amígdala en contraposición a la disminución de la inhibición por parte de la corteza prefrontal y las alteraciones en los neuromoduladores determinarían una mayor susceptibilidad para las conductas agresivas. El conocimiento del sustrato neurobiológico permitiría pensar posibles estrategias que fundamenten el empleo de ISRS y estabilizadores del ánimo, como así también el rol de las psicoterapias.
Se sugiere a los lectores observar las figuras del artículo.
ALGUNAS CONSIDERACIONES
En varios artículos los conceptos de violencia, agresión, impulsividad suelen definirse pero en el transcurso de los mismos pareciera que se dificulta la delimitación entre los mismos.
Este fenómeno puede ser abordado desde varias disciplinas dado que genera un impacto en las distintas áreas constitutivas del ser humano. Así, por ejemplo la OMS describió al ¨modelo ecológico¨ para comprender la naturaleza polifacética de la violencia que permite analizar y clasificar algunas causas que influenciarían este tipo de conducta. Así se describen cuatro niveles:
-Primer nivel: factores biológicos y la historia personal de la persona (características demográficas, antecedentes psiquiátricos, toxicomanías, antecedentes de trauma, entre otros)
-Segundo nivel: estudia al entorno más cercano de la persona (familia, amigos, etc.) y se investiga cómo éstas actúan en el riesgo de sufrir o perpetrar actos violentos.
-Tercer nivel: analiza la sociedad en la que se desarrolla la persona como la escuela, el trabajo, etc.
-Cuarto nivel: Analiza los factores estructurales de la sociedad.
Un artículo por semana: Semana 1 "Neurobiología de la agresión y la violencia"
Reviewed by PEF
on
10:22
Rating:
No hay comentarios: